Si hay un término que
asociamos con rapidez al de Democracia, ése es el término PARTICIPACION, cuanta
más Participación más Democracia. Hace 14 años planteamos nuestra opinión
personal sobre el papel del Ciudadano como actor democrático, al igual que
entonces hoy afirmamos que independientemente de las leyes y estructuras de
participación tendientes a proporcionar mayor protagonismo y acercar el poder
al ciudadano común el meollo de la Participación Ciudadana
está en la madurez democrática de los pueblos. Al igual que la madurez como
individuos se trata de un proceso determinado por la educación, el ambiente, la
experiencia...
La Democracia venezolana es de las más antiguas y estables de
América Latina, y ha sobrevivido a pretensiones totalitaristas y excluyentes de
toda diferencia por ser un sentimiento tan profundo de la conciencia
colectiva... el venezolano común puede que no defina con palabras lo que es la Democracia, pero sin
duda sabe “como se siente” y percibe rápidamente cuando está en presencia de un
acciones antidemocráticas.
Si bien es cierto que la Constitución de 1999
ha brindado mayores espacios de participación al ciudadano tanto para la
planificación y ejecución de proyectos, así como para la contraloría social, en
la practica no existe una cultura de participación ciudadana, salvo las
acciones aisladas de determinadas organizaciones de la sociedad civil dedicadas
a temas puntuales como Derechos Humanos, ecología, cultura o deportes no así
para acciones comunitarias donde el ciudadano común tome parte de la solución
de sus problemas inmediatos o proyectos para mejorar sus condiciones de vida y
asuma atribuciones que le son propias como la Contraloría a Consejos
Comunales.
El país vive momentos
críticos en el área económica: inflación, desabastecimiento, parálisis del
aparato productivo nacional que nos ha convertido en un país dependiente de
importaciones, falta de inversión, devaluación... todo esto en medio de una crisis
política caracterizada por una ilegitimidad cada vez más evidente para el
ciudadano de a pie, la falta de credibilidad en los poderes del Estado que sin
ningún decoro se muestran abiertamente arrimados a una parcialidad política y
lejos de los intereses del pueblo y sus verdaderas competencias y
responsabilidades de cara a la
Constitución y las leyes. El descontento crece y la capacidad
de rectificación de quienes ostentan las funciones de gobierno y poderes
públicos parece nula.
La responsabilidad de los
actores políticos, de la sociedad civil y de los ciudadanos más concientes de
su papel y responsabilidad, también crece en función de canalizar por la vía
democrática el sentir de un pueblo que se ha visto burlado por aquellos que le
hablan, por citar un ejemplo, de soberanía alimentaria en un país donde ahora
importamos arroz, maíz, pollo, carne, leche; un pueblo que siendo pacífico y
demócrata espera una rectificación que nunca llega sino justificaciones
incoherentes y absurdas.
Pueblo ha llegado la hora
de despertar, de tomar las riendas del Poder que te pertenece, de darle vida a
la letra constitucional y de asumir que la Libertad, la Democracia y la Patria que soñamos no son
herencias ni legados sino una conquista de los pueblos que luchan día a día por
ellos. Hoy más que nunca enfrentamos el reto de conquistar el futuro con las armas de la Democracia. En Voluntad Popular seguimos adelante y dispuestos a acompanar a nuestro pueblo en sus luchas y desde las Redes Populares brindarle a cada venezolano la oportunidad de unirse a la construcción de La mejor Venezuela!
Katie Nieto C.