viernes, 14 de junio de 2013

EL PODER DE LA PARTICIPACION CIUDADANA


Si hay un término que asociamos con rapidez al de Democracia, ése es el término PARTICIPACION, cuanta más Participación más Democracia. Hace 14 años planteamos nuestra opinión personal sobre el papel del Ciudadano como actor democrático, al igual que entonces hoy afirmamos que independientemente de las leyes y estructuras de participación tendientes a proporcionar mayor protagonismo y acercar el poder al ciudadano común el meollo de la Participación Ciudadana está en la madurez democrática de los pueblos. Al igual que la madurez como individuos se trata de un proceso determinado por la educación, el ambiente, la experiencia...
La Democracia venezolana es de las más antiguas y estables de América Latina, y ha sobrevivido a pretensiones totalitaristas y excluyentes de toda diferencia por ser un sentimiento tan profundo de la conciencia colectiva... el venezolano común puede que no defina con palabras lo que es la Democracia, pero sin duda sabe “como se siente” y percibe rápidamente cuando está en presencia de un acciones antidemocráticas.
Si bien es cierto que la Constitución de 1999 ha brindado mayores espacios de participación al ciudadano tanto para la planificación y ejecución de proyectos, así como para la contraloría social, en la practica no existe una cultura de participación ciudadana, salvo las acciones aisladas de determinadas organizaciones de la sociedad civil dedicadas a temas puntuales como Derechos Humanos, ecología, cultura o deportes no así para acciones comunitarias donde el ciudadano común tome parte de la solución de sus problemas inmediatos o proyectos para mejorar sus condiciones de vida y asuma atribuciones que le son propias como la Contraloría a Consejos Comunales.
El país vive momentos críticos en el área económica: inflación, desabastecimiento, parálisis del aparato productivo nacional que nos ha convertido en un país dependiente de importaciones, falta de inversión, devaluación... todo esto en medio de una crisis política caracterizada por una ilegitimidad cada vez más evidente para el ciudadano de a pie, la falta de credibilidad en los poderes del Estado que sin ningún decoro se muestran abiertamente arrimados a una parcialidad política y lejos de los intereses del pueblo y sus verdaderas competencias y responsabilidades de cara a la Constitución y las leyes. El descontento crece y la capacidad de rectificación de quienes ostentan las funciones de gobierno y poderes públicos parece nula.
La responsabilidad de los actores políticos, de la sociedad civil y de los ciudadanos más concientes de su papel y responsabilidad, también crece en función de canalizar por la vía democrática el sentir de un pueblo que se ha visto burlado por aquellos que le hablan, por citar un ejemplo, de soberanía alimentaria en un país donde ahora importamos arroz, maíz, pollo, carne, leche; un pueblo que siendo pacífico y demócrata espera una rectificación que nunca llega sino justificaciones incoherentes y absurdas.
Pueblo ha llegado la hora de despertar, de tomar las riendas del Poder que te pertenece, de darle vida a la letra constitucional y de asumir que la Libertad, la Democracia y la Patria que soñamos no son herencias ni legados sino una conquista de los pueblos que luchan día a día por ellos. Hoy más que nunca enfrentamos el reto de conquistar el futuro con las armas de la Democracia. En Voluntad Popular seguimos adelante y dispuestos a acompanar a nuestro pueblo en sus luchas y desde las Redes Populares brindarle a cada venezolano la oportunidad de unirse a la construcción de La mejor Venezuela!

Katie  Nieto C.